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Henry volvió de la escuela más tarde ese día y trajo noticias. Ella tiene años, muchacho. Otros se casan a esa edad. ¡Dios! No tengo dinero para darte para que empieces. ¿Entiendes? Quizá cuando tengas , si las cosechas y los precios se mantienen bien, pero ahora, no hay nada… ¡Habría suficiente! ¡Si no hubieras estropeado lo de las hectáreas, habría mucho! Ella me habría dado parte. Ella no me habría hablado de este modo. Te habría hablado mucho peor. Y se habría reído. Tu madre te dijo que dejaras el pene en el pantalón. Y aunque fuera grosero e hiriente como casi todo lo que decía… deberías haberlo hecho. Mamá habría ayudado a arreglarlo. El dinero lo arregla todo. Más vale que desaparezcas. Olvidas lo agarrada que era tu madre con el dinero y olvidas demasiado rápido. Haré lo mejor que pueda por ti, hijo. Más te vale. Harlan Cotterie prosperó más que la mayoría de los granjeros entre y . Es una bestia. Y Harlan siempre había sido bueno conmigo. Yo siempre nos consideré no sólo vecinos, sino buenos amigos. Aun así, en ese momento, lo odié. No porque había venido a recriminarme por mi hijo. No. Era ese reluciente Cadillac azul que tenía. Era el nuevo granero pintado de rojo brillante. Era la cañería interna de la casa. Pero sobre todo, era esa esposa dócil de cara sosa cuya dulce respuesta a cualquier problema era: Lo que mejor te parezca, querido. Primero, y de inmediato, irá al Hogar Católico para Niñas Santa Eusebia en Omaha. Ella aún no lo sabe, pero va a pasar. Será bueno. Parece una especie de orfanato. No es un orfanato. Es un lugar limpio, sano y activo. Según me dijeron. Ella tendrá tareas, escolarización, en cuatro meses tendrá a su bebé. Entonces, daremos al niño en adopción y ella podrá venir a casa. ¿Cuál es mi parte en todo esto? Supongo que debo tener una. ¿Te haces el listo conmigo, Wilf? Sé que tuviste un año difícil, pero no aguantaré que te hagas el listo. No me hago el listo, pero tienes que saber que no eres el único que está enfadado… y avergonzado. Sólo dime qué quieres. Está bien. Sé que no eres un hombre rico, pero es hora de que asumas parte de la responsabilidad. La estadía en ese hogar me costará dólares. Sí. Sé que no puedes conseguir dólares, pero más vale que consigas . No puedo hacer eso. Arlette, ya sabes, me dejó seco cuando se fue. Pues consigue otro préstamo del banco. Ya saldaste el último. Tenía dinero de la cosecha para pagarlo. Ahora no. Tengo mi tierra, tengo mi casa. Y eso es todo. Pues más vale que lo consigas. Hipoteca esta casa, si es lo que tienes que hacer. Tu parte del gasto compartido es de dólares. Comparado con que tu hijo cambie pañales a los años, creo que la sacas barata. ¿Y si no encuentro la manera, Harl? ¿Entonces qué? Me voy. Y no vendré a reclamar el pago. Si no pagas… No pagas. Pero no digas que no puedes, porque yo sé. Debiste dejarla vender esas tierras a Farrington, Wilf. Si lo hubieras hecho, ella seguiría aquí. Tendrías dinero en las manos. Y mi hija no estaría… encinta. No pueden enviarla lejos así. Pueden y lo harán. Y que no se te ocurra