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siga avanzando, pare radio radio siga el barco de cerca en todo momento. Su barco será el flautista de Hamelín. Seguirán por donde vaya. Quítate los zapatos. Me quedo con el barco, por si acaso. Quítate los zapatos. ¡Brown! ¡Capitán Brown! A su servicio, milord. ¡Alumbre con la lámpara! Sí, señor. Avanzará despacio en esta mugre. Siga avanzando. No se pare. ¿Parar? ¿Para qué? Tranquilícese, milord, la palabra de un caballero es su fianza. No se arrepentirá de esta amabilidad. Que Dios le bendiga y le proteja. ¿Dónde está mi primer oficial? Aquí, señor. Tome el mando, señor. Hay alguien, señores. ¿Listos para soltar amarras? ¡Suelten amarras! ¡Oye! ¿Quién grita? ¿Qué ha pasado? ¡Espera! Es ese burro. El capitán Brown, señor. ¡Sigue en tierra! Se ha hecho daño en el pie. ¡Ve a por él! A sus órdenes. No tardaré, capitán. Además, tengo que seguir adelante. ¿Tienes frío? ¿Te ocurre algo? No, nada. Y, sin embargo, hay algo radio Tal vez no sea nada. Es más un sentimiento. Sí. ¿Lo sientes tú también? Sí. ¿Tiene un nombre este sentimiento? Muchos. Destino. Suerte. Sino. ¿Todo esto tenía que suceder? Y de todos los sitios radio radio aquí radio radio en el paraíso. Patusan. Si cogemos dos letras de Patusan radio Por ti y por mí. ¿Qué nos queda? “Patna”. ¿Qué es Patna? Una bruja horrible del mar. Un barco fantasma que viene a saldar una vieja cuenta. Algo que ocurrió hace mucho radio radio en una noche como ésta. Con esta niebla. ¡Esperad! ¡Soltad amarras por la popa! ¡Y no os despistéis! Tú. Tú. Reconoce el terreno. Despeja las cubiertas. Muéstrales el camino. Déjelo en medio de la corriente. Estribor. Más a estribor. Que no se apague el motor. ¡Quiero hablar con Brown! Le dije que vigilara ese motor, idiota. He encontrado el problema, capitán. Es el conducto de alimentación. Nada nos puede detener ahora. Está acabado. Jim. Está acabado. No. Han venido a por esto. No pueden marchar sin él. Las ventanas. Tienen que entrar por la ventana. Perdóname. Hacemos radio radio lo que debemos. Jim. Jim, muchacho. Toma. Coge el dinero. ¡Cógelo! De una buena intención, a veces, surge el mal radio radio si Dios lo desea. Esto no es obra de Dios. Ni de Jim. Sus manos no están limpias. La ira de un padre nubla su juicio. Hay que ser padre radio radio antes de juzgar la ira de un padre. Pero la ley se aplica sin ira. Mire a su hijo. ¿Murió con ira? Dígale que se vaya. Dígale radio radio que se vaya con la mujer radio radio esta noche. Gracias. Por la mañana, si todavía lo encuentro aquí radio radio según su palabra radio radio él le debe a la ley radio radio su vida. ¿Preparado? Me quedo. ¿No ha entendido nada? Si se queda, morirá. Un hecho muy sencillo. ¿O necesito explicárselo? ¿Acaso los hechos explican algo alguna vez? Lo conozco, señor. No espera morir. Espera un milagro. Saldrá pavoneándose como un héroe. Du-Ramin le disparará, pero la pistola no estará cargada. Ya oye las ovaciones. Siempre oye los aplausos antes de la hazaña. Los héroes como usted necesitan víctimas. Se benefician de la desesperanza. ¿Y quién será la víctima esta vez? Esta vez radio radio yo seré mi propia víctima. Quiere un mundo limpio y en orden. Sí. La conducta perfecta para el hombre imperfecto en su mundo imperfecto. Exacto. Un final rápido y limpio. Sí. Con morales y elevados propósitos. ¿Qué morales? ¿Qué propósitos? ¿Cree que pagará por el Patna de esta manera? No conozco otra forma. ¿Cree que le importa al mundo cómo muera? Me importa a mí. Pero radio Pero no hay nada en el suicidio. Ni victoria, ni siquiera la salvación. ¿Ni siquiera la paz? Hay demasiado orgullo en su humildad. Tal vez no haya un modo mejor. Pero el suyo seguro que no. Sea práctica. Huya con él. Alguien más dijo eso. “Huya”, dijo. “Escóndase”. “A seis metros bajo tierra”. ¿Cómo? ¿Cómo te escondes con una piedra del tamaño del Patna en el cuello? ¿Cómo acabas un mal sueño? El sueño no es ni malo ni bueno. Ni un vicio ni una virtud. El sueño existe, como la radio Como la Tierra, como el mar. El sueño es uno mismo. Para acabar el sueño, hay que ponerse fin. Para sobrevivir a un sueño, hay que entregarse a lo destructivo radio radio y luchar con manos y piernas. Luchar para que el mar profundo te mantenga vivo. Hay que mirarse a uno mismo como es. Hay que enfrentarse a la verdad. La verdad. ¿Qué es la verdad? He sido un supuesto cobarde radio radio y un supuesto héroe. Y entre uno y otro hay una fina línea divisoria. Tal vez los cobardes y los héroes sean hombres comunes radio radio que, por una fracción de segundo, hacen algo fuera de lo común. Eso es todo. Nunca he deseado tanto vivir radio radio y nunca he tenido tanto miedo de morir. Podrá empezar de nuevo. Ya lo verá. Será radio Para mí es como un padre. Por favor radio radio no me salve. Ayúdeme, padre. Ayúdeme a hacer lo que debo hacer. Los dos sabemos qué es. No sé por qué las cosas pasan de la forma que pasan. Te equivocas en algo radio radio y empieza. Te engañas a ti mismo, pero eso está mal. Intentas ocultarlo, pero eso está mal. Y una vez que estas cosas empiezan a discurrir radio radio siguen su propio curso radio radio y no hay forma de detenerlas radio radio hasta que llegan a su propio fin. Arrepentirse ni lo cambia ni lo corrige. Y ni siquiera es lo que haces radio radio sino por qué lo haces. Supongo que ése es el ojo de la aguja. Tal vez radio Tal vez la próxima vez usted radio Ésta es la próxima vez. Ahora radio radio con la mañana radio radio acaba el sueño. Dese otra oportunidad. La tuve, padre radio radio y la perdí. Pero si pierdo sin honor radio radio si en el último momento flaqueo radio radio todo habrá sido radio radio en vano.